Disputado proyecto de ley de inmigración ilegal listo para convertirse en ley en el Reino Unido

Más de 45.000 migrantes llegaron a las costas del sureste de Inglaterra en pequeñas embarcaciones en 2022.

Londres:

Los controvertidos planes del gobierno del Reino Unido para detener a los miles de inmigrantes que llegan a las costas británicas en pequeñas embarcaciones el martes superaron su último obstáculo parlamentario.

Los miembros de la cámara alta no electa derrotaron una serie de desafíos al proyecto de ley de migración ilegal del gobierno, fundamental para la promesa del primer ministro Rishi Sunak de «detener los barcos», en una sesión nocturna.

Los miembros propusieron enmiendas relacionadas con las protecciones de la esclavitud moderna y los límites sobre cuánto tiempo pueden ser detenidos los niños migrantes, pero fueron rechazadas en una serie de votaciones.

El proyecto de ley, que significará que a cualquier persona que llegue en barco se le negará el derecho a solicitar asilo en el Reino Unido, ahora se convertirá en ley luego de la formalidad del «asentimiento real» del rey Carlos III.

La legislación incluye medidas para transferir todas las llegadas irregulares a terceros países «seguros», como Ruanda, para disuadir a la inmigración ilegal.

Más de 45.000 migrantes llegaron a las costas del sureste de Inglaterra en pequeñas embarcaciones en 2022, un aumento anual del 60 por ciento en una ruta peligrosa que ha sido utilizada por más personas cada año desde 2018.

El plan de Ruanda, anunciado por el entonces primer ministro Boris Johnson el año pasado, fue bloqueado en el último minuto por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que es independiente de la UE, y todavía está sumido en desafíos legales.

El gobierno del Reino Unido dijo el mes pasado que apelaría una sentencia de tres jueces del Tribunal de Apelación que dictaminó que Ruanda no podía considerarse un tercer país seguro.

El fallo siguió a un desafío a la política por parte de 10 inmigrantes y una organización benéfica que apoya a los solicitantes de asilo.

Sunak dijo que respetaba al tribunal pero que «fundamentalmente» no estaba de acuerdo con las conclusiones de los jueces.

Hasta la fecha, no se han realizado vuelos de deportación a Ruanda.

Los grupos de derechos acusan a Ruanda, gobernada con puño de hierro por el presidente Paul Kagame desde el final del genocidio de 1994 que mató a unas 800.000 personas, de reprimir la libertad de expresión y la oposición.

(Excepto por el titular, esta historia no ha sido editada por el personal de NDTV y se publica desde un feed sindicado).

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