Rusia lanza intensos ataques nocturnos en Ucrania, apuntando a la ciudad portuaria del sur por segunda noche

KYIV, UCRANIA (AP) — Rusia lanzó una intensa serie de ataques aéreos nocturnos con drones y misiles contra objetivos en toda Ucrania y la ciudad portuaria sureña de Odesa por segunda noche consecutiva, dijeron funcionarios ucranianos el miércoles.
Mientras tanto, un incendio en una instalación militar en la Crimea anexada por Rusia provocó el cierre de una importante carretera y la evacuación de civiles de cuatro asentamientos, según Sergey Aksyonov, el jefe de la región designado por Rusia, que fue anexada en 2014.
No especificó la causa del incendio en las instalaciones del distrito de Kirovsky, que se produjo dos días después de un ataque a un puente que une a Rusia con la península que el Kremlin ha atribuido a Ucrania.
“Una noche difícil de ataques aéreos para toda Ucrania”, dijo Serhii Popko, jefe de la Administración Militar de la Ciudad de Kiev en un comunicado en Telegram.
Popko dijo que los ataques fueron especialmente feroces en Odesa por segunda noche consecutiva.
El gobernador regional de Odesa, Oleh Kiper, dijo que los detalles de los daños y las posibles víctimas tras el «poderoso» ataque de Rusia en la región se proporcionarán más adelante.
Rusia también atacó Kiev con drones Shahed de fabricación iraní, pero “sin resultado”, dijo Popko. La defensa aérea ucraniana interceptó todos los drones que apuntaban a la capital y una investigación preliminar mostró que no hubo víctimas.
En la región ucraniana de Zhytomyr, los ataques con aviones no tripulados rusos dañaron algunas infraestructuras y viviendas privadas, según el gobernador regional Vitalii Bunechko. No se reportaron víctimas.
Funcionarios de las regiones ucranianas de Poltava y Kirovohradskyi también informaron de ataques.
La Fuerza Aérea de Ucrania informó que el ejército interceptó 13 de los 16 misiles de crucero Kalibr, 23 de los 32 drones Shahed y un misil Kh-59.
Según el informe, Rusia también disparó 8 misiles de crucero Kh-22 y 6 misiles Oniks de alta precisión, con los misiles Oniks dirigidos a la infraestructura en la región de Odesa.
El último bombardeo se produjo un día después de que Rusia llevó a cabo lo que el Ministerio de Defensa de Moscú describió como un “ataque de retribución” en las instalaciones militares ucranianas cerca de Odesa y la ciudad costera de Mykolaiv, utilizando armas de precisión lanzadas desde el mar.
Rusia culpa a Ucrania por un ataque del 17 de julio en el puente de Kerch, que une a Rusia con Crimea, y es una arteria clave para los suministros militares y civiles.
La principal agencia de seguridad de Ucrania pareció admitir tácitamente su papel en el ataque del 17 de julio, pero no llegó a reclamar directamente la responsabilidad, haciéndose eco de sus respuestas después de ataques similares anteriores en el puente de Kerch.

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